Hay tanta variedad de posibilidades que, a veces, lo difícil es elegir cuál te gustaría tener. Hacerte estas preguntas te ayudarán a escoger:
1. ¿Para qué lo quieres?:
¿Qué zonas de tu cuerpo son más sensibles? ¿Qué tipo de estimulación te gustaría recibir?
Piensa en lo que normalmente te llama la atención o te excita.
2.¿Lo quieres usar individualmente o en pareja?
Si el juguete es para compartirlo en pareja, deberíais haceros esta pregunta los dos. Esto os ayudará a descartar opciones.
3.¿El tamaño importa?
Ten cuidado con el tamaño de los objetos que introduces dentro de ti. Especialmente con el ancho y el diámetro del juguete.
Ante la duda, te recomiendo que primero compres un tamaño más pequeño y, en función de cómo te sientas, vayas aumentando.
4.¿De qué material está fabricado?
El material determina tanto la calidad como la seguridad al usarlo.
Además, es importante que nos resulte agradable al rozarlo, tocarlo o insertarlo. Los mejores modelos están hechos de metal, vidrio o silicona (de graduación médica), ya que no son porosos.
5.El precio:
Si es la primera vez que compras un juguete erótico te sugiero que compres uno de precio moderado, ya que podrás familiarizarte con él y las sensaciones que te produce.
Si ves que te gusta puedes pasar a comprar accesorios más elaborados.