
Imagínate (si es que no te ha pasado ya) que conoces a alguien y te gusta mucho, conectáis a la perfección, compartís muchas cosas y sientes que os complementáis perfectamente.
Te ilusionas y todo es maravilloso, disfrutas de cada mirada, de cada momento… hasta que un día por fin os acostáis y… ¡HORROR! ¡No te ha gustado nada! pero… ¿Cómo puede ser si todo era tan genital? ¿Qué ha pasado?
Seguramente te intentes convencer de que quizás sea porque es vuestra primera vez juntos, porque igual estaba nervioso/a o cansado/a y así justificas el desastre y le das otra oportunidad con la esperanza de que, por arte de magia, algo cambie y…
Vuelve a pasar y te vuelves a preguntar ¿Cómo es posible? ¡si conectamos en todo! ¿es que nadie le ha dicho nada? o ¿es que soy yo que espero demasiado? ¿hablo con él/ella? ¿y si le hago daño?
No te calles
Comprendo perfectamente que tengas miedo a hacerle daño, incluso que te asuste sugerir ciertas cosas por miedo a lo que pueda pensar de ti o a su reacción.
Pero déjame que te diga que a los problemas hay que ponerles solución porque sino se cronifican.
Desengáñate, las cosas no van a mejorar por sí solas.
Probablemente si no dices nada te encuentres de aquí a un tiempo compartiendo tu vida con alguien a quien quieres mucho, con quien el conjunto de la relación va bien, pero sacrificando tu placer sexual por no perder la relación. ¿No es que sea un futuro muy atractivo verdad?
Nadie nace enseñado y muchas veces nos acostumbramos a una manera de hacer y creemos que es la única. No tenemos en cuenta que cada persona es diferente y que cada pareja tiene sus gustos sexuales y que éstos no tienen por qué coincidir.
¿Y si en vez de quejarnos le enseñamos lo que nos gusta?
No sé cómo decírselo
Entiendo que no es una situación fácil, pero si aplicas estas pautas te aseguro que vuestra comunicación sexual mejorará, haz la prueba.
- No hables en la cama, dirige: Si quieres hablar mejor hacerlo en otro contexto, no querrás asociar la cama a problemas. Lo que sí puedes hacer es guiar a tu pareja con la mano para mostrarle lo que te gusta o emitir jadeos o suspiros para darle pistas de lo que quieres.
- Prepárate para hablar: No dejes la conversación a la improvisación. Piensa antes qué quieres decirle y cómo lo vas a hacer.
- Escoge un buen lugar y momento: Ten en cuenta el estado de ánimo de tu pareja y que tengáis el tiempo suficiente para hablar tranquilamente.
- Plantéalo como algo a resolver juntos: Si le acusas de ser un mal amante o le criticas estarás creando un muro difícil de derribar.
- Empieza por algo positivo: Dile primero lo que te gusta, las cosas que se le dan bien, los aspectos positivos de la relación. Por algo estás con él/ella.
- Utiliza mensajes Yo : Para que no se sienta atacado/a empieza las frases diciendo Yo quiero que... a mí me gustaría que...
- Concreta : Decir no me gusta lo que haces no aporta información. Utiliza un lenguaje más específico y explica exactamente qué es lo que no te gusta.
- Expresa tus gustos : Tu pareja no es adivina, si no le dices qué te gusta él/ella no lo va a saber. Es tu responsabilidad decírselo. Si te da un poco de vergüenza puedes utilizar cosas generales para proponer tus preferencias como por ejemplo he leído que...., me han dicho..., he escuchado que... y así verás su reacción.
En definitiva, si quieres tener una buena comunicación sexual con tu pareja es importante que le digas lo que te gusta y lo que no. Sólo así podréis disfrutas de vuestros encuentros.
Si la información de este artículo se te ha quedado corta quieres hacerme un comentario o necesitas iniciar una terapia sexual en Barcelona u online ponte en contacto conmigo.
¡Estaré encantada de ayudarte!
¡Un abrazo y nos vemos en el próximo post!


Suscríbete ahora y te regalo mi GUÍA PRÁCTICA para que descubras cómo mejorar tus relaciones sexuales.
¿Te la vas a perder?