La mayoría de los hombres tienen la idea de que, el pene tiene que estar siempre dispuesto, en cualquier situación y momento con una erección fuerte e inmediata.
La «supererección» se ha convertido en un fantasma que ronda la mente masculina y que genera, en la mayoría de hombres ansiedad y preocupación si detectan que su erección no responde a esta expectativa.
La realidad es que en algún momento de tu vida sexual vas a tener problemas para mantener o conseguir la erección, y esto no significa que tengas una disfunción sexual.
No eres una máquina, por lo que tus erecciones no van a ser igual en todas las situaciones y mucho menos con el paso del tiempo.
Si un día tienes problemas porque no aparece o pierdes la erección y lo vives como un fracaso personal («has fallado», «no funcionas»), te afecta a la autoestima, o crees que estás perdiendo facultades… es probable que el episodio se repita y acabes teniendo un problema de disfunción eréctil.
Después de una experiencia sexual negativa, es normal que la idea de que te vuelva a pasar ronde tu mente y estés atento a cómo reacciona tu pene en cada momento (te observas) para comprobar si la pérdida de erección fue algo pasajero o definitivo.
Para tener una buena erección tienes que estar centrado en los estímulos eróticos, si estás pendiente del grado de erección, se generará una ansiedad que seguramente hará que se repita la pérdida de erección. Y de este modo entrarás en un círculo de ansiedad del que es difícil salir.