mejorar relaciones sexuales

En temas de sexualidad siempre podemos descubrir nuevas estrategias para mejorar las relaciones sexuales. El primer paso para tener una vida sexual placentera es dar a nuestra sexualidad un lugar prioritario en nuestra vida, interesarnos por ella y querer mejorarla.

 

En este artículo quiero darte 9 sencillas claves que tienen que estar presentes en todas tus relaciones sexuales. Si tienes pareja comparte esta información porque incluirla, siempre te dará mejores resultados.

 

Artículo publicado en la Torre de Barcelona, si quieres leerlo en catalán haz clic aquí.

 

número uno

Consejo: Revisa tus valores y creencias sexuales

Cada persona tiene sus propias creencias sobre la sexualidad. Ideas que has ido incorporando influenciadas por la educación sexual que has recibido y por tu propia historia personal y sexual

 

Seguramente no seas conscientes de ellas, pero es importante que las revises, así podrás entender cómo estás viviendo tus relaciones sexuales actuales.  

 

Los valores sexuales que tienes repercuten en tu comportamiento y en tus sentimientos hacia el sexo. Te marcan lo que crees que está bien y lo que está mal, lo que es lícito y lo que no. 

 

Si tus valores te permiten tener una actitud abierta y positiva ante tus relaciones sexuales, posiblemente las disfrutarás mucho más que si piensas que son algo sucio, inmoral, malo o desagradable.

 

¿Crees que te permites ser libre en tus relaciones sexuales  o hay ciertas creencias y valores que te ponen trabas a la hora de expresar tu sexualidad?

 
número dos

Consejo: Olvídate de las expectativas

Tu satisfacción sexual está condicionada por las expectativas que te has creado antes de tener relaciones sexuales y el resultado que obtienes (cómo han sido en realidad).

 

Si la realidad no se ajusta a lo que habías pensado es muy probable que te frustres.

 

Las relaciones sexuales no son un examen que tengas que aprobar o superar con nota. Si te sobrecargas de expectativas, seguramente aparecerá el miedo a no cumplirlas y te olvidarás de vivir el momento, de disfrutar de lo que estás sintiendo.

 

Revisa tus expectativas sexuales antes de tener una relación sexual:

 

¿Crees que tienes que satisfacer totalmente a tu pareja? ¿Tienes que llegar al orgasmo de forma rápida o lenta? ¿Tienes que mantener la erección durante todo el rato? ¿Cuántos minutos crees que tiene que durar una relación sexual?

 

número tres

Consejo: Descubre tu cuerpo

Cada persona es única y, por eso, a cada uno de nosotros nos gustan cosas diferentes

 

Si otras personas disfrutan con una práctica sexual determinada o una manera concreta de estimulación, no significa que tú tengas que sentirlo de la misma forma.

 

Es tu responsabilidad saber cuál es la mejor manera de estimularte sexualmente, con qué tipo de caricias, cuáles son tus zonas erógenas, las actividades sexuales que no te gustan nada…

 

Todos tenemos un mapa erótico diferente y tienes que saber cómo responde tu cuerpo. Sólo así podrás comunicárselo a tu pareja sexual. 

 

Si te conoces sexualmente, de forma íntima y erótica podrás disfrutar y compartir unas relaciones sexuales satisfactorias.

 

número cuatro

Consejo: La penetración no es lo más importante

Socialmente llamamos preliminares a todas aquellas actividades sexuales que no son el coito y es que está en el subconsciente colectivo que, sino hay una penetración no hemos tenido una relación sexual «completa«.

 

La obligatoriedad de acabar las relaciones sexuales con una penetración y que ésta dure el máximo tiempo posible está en la base de muchos problemas sexuales como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o la dificultad para llegar al orgasmo.

 

La piel es el órgano erótico más grande que tienes. Si vives tu sexualidad centrada en el coito, estás limitando tu sexualidad a los órganos genitales.

 

Con esto no quiero decir que renuncies a la penetración, ya que es una vía de obtener placer como cualquier otra, pero no la única ni la más placentera.

 

Te animo a que la próxima vez que tengas relaciones sexuales te olvides de la penetración y disfrutes de tu sexualidad sin coito. ¿Crees que podrás disfrutar?

 

número cinco

Consejo: El orgasmo es una consecuencia, no el objetivo

Parece que el orgasmo sea el objetivo de una relación sexual y el momento más importante de ésta. Esto provoca que muchas veces no disfrutes de cada momento de la relación sexual esperando el clímax.

 

Relacionamos la falta de orgasmo con la insatisfacción sexual, pero no es necesario experimentarlo cada vez (o múltiples veces) para disfrutar y estar satisfechos.

 

Esta obligatoriedad de experimentar el placer sexual con el orgasmo provoca que lo busques (a veces desesperadamente) y te desconectes de los estímulos eróticos (que son necesarios para que suceda). 

 

Y así te olvidas que el orgasmo se produce justamente cuando te dejas llevar por las sensaciones.

 

número seis

Consejo: Sé una prioridad en tus relaciones sexuales

Cuida tu propio placer. A veces nos cuesta pedir, es más fácil dar y priorizar los deseos del otro que decir lo que queremos porque nos sentimos egoístas.

 

Es importante que te preguntes si las cosas que haces te gustan o si las haces porque le gustan a tu pareja. Atrévete a pedir y a explorar. 

 

Dejar el placer en manos del otro y que dependa de su intuición puede ser el inicio de unas relaciones sexuales insatisfactorias. 

 

número siete

Consejo: Comunícate con tu pareja

La comunicación con tu pareja favorece la satisfacción sexual. Busca la manera de comunicarte. Que tu pareja conozca tus gustos y preferencias. 

 

Ya sea durante la relación sexual (guiando con las manos o susurrando) o más tarde, en un momento en que estéis tranquilos y relajados.

 

No critiques su manera de hacer, céntrate en lo que te gusta y en lo que podéis potenciar y mejorar.

Tampoco le juzgues: cada persona tiene sus fantasías, gustos y preferencias. Que no coincidan con las tuyas no significa que los tengas que criticar o censurar.

 

número ocho

Consejo: Cultiva tu deseo sexual

Pensamos que el deseo sexual es un impulso que simplemente aparece. Pero la realidad es que la sexualidad no es una necesidad vital (nadie se muere por no tener sexo) y, por tanto, lo tenemos que cultivar.

 

Hacer las mismas cosas, el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar apaga nuestro deseo sexual, porque el deseo se alimenta de la novedad y no de la norma o la rutina. Desear es la manera de activarse sexualmente.

 

¿Piensas en sexo en tu día a día? ¿De qué forma está presente tu sexualidad? ¿Cuánto tiempo inviertes en ella? ¿Qué haces para activarte sexualmente?

 

número nueve

Consejo: No tengas relaciones porque toca

Seguramente, alguna vez has accedido o tomado la iniciativa sexual no tanto porque lo desearas sino porque creías que tu pareja lo necesitaba.

 

Esto te puede llevar a vivir la relación sexual con un sentimiento de tarea que irá apagando tu deseo sexual, porque estás asociando el encuentro sexual con el deber en lugar de con el placer.

 

Si necesitas hacerme alguna pregunta sobre tus problemas sexuales o quieres iniciar una terapia sexual en Barcelona u online ponte en contacto conmigo. 

 

¡Estaré encantada de ayudarte! 

¡Un abrazo y nos vemos en el próximo post!

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