Un estudio nos advierte que el 70% de las relaciones sexuales que se mantienen con ansiedad son poco o nada satisfactorias.
Vivimos sumergidos en un estado de estrés constante, prisas, preocupaciones, corriendo todo el tiempo, con mil tareas por hacer…
Estas situaciones nos generan estrés, alteran nuestro día a día, nos afectan a todos los niveles y, en la vida sexual, también tienen sus consecuencias.